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Los proyectos de nuevas viviendas caen un 11,1% en Mallorca

Promotores y aparejadores afirman que el precio del suelo está provocando un frenazo en la actividad inmobiliaria

La vivienda está alcanzando en Mallorca unos precios que la dejan fuera del alcance de una gran parte de las familias isleñas, una situación que está repercutiendo ya sobre la actividad del sector: los proyectos de nuevos inmuebles se han recortado un 11,1% durante los primeros cuatro meses de este año respecto al mismo periodo de 2005. En palabras del presidente de la patronal de promotores del archipiélago, Gabriel Oliver, "lo peor que le puede pasar a un empresario es que los consumidores no puedan pagar el precio de su producto".

Los datos facilitados por el Colegio Oficial de Aparejadores de Mallorca destacan que durante el primer cuatrimestre de este ejercicio se visaron en la isla proyectos para 3.130 viviendas, frente a las 3.521 del mismo periodo de 2005 y muy lejos ya de las 4.935 correspondientes al primer cuatrimestre de 2001. Aunque la cifra de 2003 fue de 1.789, hay que recordar que durante ese periodo estaba en vigor la moratoria aprobada por el Consell de Mallorca, que redujo al mínimo la actividad constructora en municipios tan importantes como Palma.

Tanto el presidente de los aparejadores, Jaume Gibert, como el de la patronal de promotores coinciden en que esta desaceleración viene provocada, principalmente, por las dificultades a la hora de encontrar suelo con un valor que permita posteriormente sacar al mercado unas viviendas a un precio que no resulte imposible de satisfacer por los isleños, algo cada vez más difícil.

Gabriel Oliver aporta un dato que considera básico para entender lo que está sucediendo en Mallorca: en 1997, el precio del solar equivalía a unos 12.000 euros por cada vivienda construida en él, mientras que ahora la repercusión es oscila entre los 90.000 y los 120.000. Lo más grave es que se trata del único elemento de la construcción del que no se puede prescindir, ya que los materiales presentan alternativas, mientras que los costes de mano de obra pueden limitarse usando prefabricados, según destaca el presidente de la patronal.

A la hora de situar este retroceso en la planificación de nuevas viviendas, se puede señalar que en Palma la reducción respecto al pasado ejercicio es de un 10,8%; en Alcúdia del 68%, en Calvià del 26,7% y en Manacor del 42,5%. Entre las excepciones aparece Inca, con un incremento del 25,8%.

Gibert advierte que uno de los problemas que favorecen la especulación con los terrenos es que el aprovechamiento del suelo que se permite es muy bajo. En su opinión, debería aplicarse un incremento de las alturas autorizadas, a cambio de un retranqueo de las nuevas edificaciones para crear calles más anchas.
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