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Metrovacesa anticipa un desplome en la venta de pisos del sector inmobiliario



Metrovacesa, el grupo controlado por la familia Sanahuja, fue ayer la primera inmobiliaria cotizada en presentar sus resultados anuales del ejercicio 2007, que confirman un panorama desalentador en el mercado residencial español.

El peso de la promoción residencial representa cerca de un 25% del negocio de la primera inmobiliaria nacional, una empresa con un perfil crecientemente patrimonialista que, pese a todo, no consigue eludir el desplome en el número de precontratos de compra de pisos firmados en el año 2007 y, con especial intensidad, en el último trimestre del año.

La compañía, que presentó su nuevo plan de negocio 2008-2010 (que contempla una congelación de sus gastos generales en un escenario de “crecimiento prudente”) registró un descenso del 57,8% en el número de preventas (reservas) de viviendas, hasta un importe de 244,5 millones.

En el apartado de ventas materializadas, la caída es aparentemente menos brusca, al descender sólo un 1,7%, hasta 611 millones de euros.

Sin embargo, el hecho de que estas ventas son la formalización de unas preventas realizadas dos años antes; que este volumen de ingresos aún registraba un incremento del 19,3% en el tercer trimestre del año y que el valor de las promociones en curso ha caído un 15,6% (debido, fundamentalmente, a la decisión del grupo de reducir el volumen de nuevas promociones iniciadas) marcan un ritmo exponencial de caída en 2007.

Siendo estos datos reveladores, lo peor puede estar por llegar. Jesús García de Ponga, consejero delegado de Metrovacesa, reconoció ayer en rueda de prensa que incluso comienzan a romperse preacuerdos de compra en el mercado residencial español, debido al endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito a los compradores.

Es decir, que no sólo descienden progresivamente el número de preventas, sino que buena parte de las que estaban firmadas, sobre las cuales buena parte de las compañías han proyectado los ingresos de los dos próximos ejercicios, se están cancelando.
“Se nos está cayendo alrededor de un 5% de las preventas, pero este porcentaje está muy por debajo de la media del sector, que se sitúa entre el 10% y el 15%”, admitió García de Ponga. Metrovacesa aseguraba en septiembre que sus preventas ascendían a 789,2 millones, equivalentes a 15,2 meses de facturación. Tres meses después, el volumen de preventas desciende a 659,9 millones, que equivalen a más de 13 meses de facturación.

La crisis inmobiliaria también ha pasado factura al valor de activos neto después de impuestos de Metrovacesa (NNAV), que ha pasado de 67,7 euros por acción a 61,36 euros por acción entre septiembre y diciembre. Ponga matizó que una parte de este diferencial (1 euro por acción) es imputable a que aún no se ha contabilizado una aportación prevista de activos de Sacresa, la sociedad de Román Sanahuja, a Metrovacesa, que están valorados en 500 millones netos. Los otros cinco euros por acción restantes que aparecen en el diferencial se explican por “una menor expectativa de revalorización de los mercados”.

Plan de negocio
A pesar del nuevo contexto, Metrovacesa se perfila como una de las empresas con mejores anticuerpos contra la crisis. La compañía obtuvo un beneficio en 2007 de 1.255 millones de euros, un 29,9% menos. Esta caída se debe a que Gecina, la filial francesa de Metrovacesa (ver información adjunta), salió de su perímetro de consolidación en el segundo semestre. Este hecho explica también que las previsiones para 2008 apunten a un resultado neto de 593 millones.

La compañía anunció sus planes para los próximos tres años: espera alcanzar un valor bruto de activos de 17.000 millones de euros (actualmente asciende a 12.900 millones).

En el marco de este plan, Metrovacesa invertirá 4.065 millones de euros entre los años 2008 y 2010, venderá activos por 2.375 millones de euros y su deuda no superará el 53% de su valor bruto de activos.

Los problemas de Gecina en Francia
García de Ponga aseguró ayer que el contencioso de Gecina, la filial francesa de Metrovacesa controlada al 33% por Joaquín Rivero y Bautista Soler, sigue sin resolverse. El regulador francés de los mercados (AMF) paralizó la segregación de Gecina de Metrovacesa al abrir una investigación en torno a una supuesta concertación entre estos dos accionistas, que han recurrido el fallo al Tribunal de Comercio de la Corte de París.

Si la sentencia del tribunal fuera desestimatoria al recurso, Rivero y Soler podrían vender hasta un 15% del capital de Gecina, antes que verse obligados a formular una opa por el 100%. Por otro lado, Ponga no descartó posibles operaciones corporativas en Metrovacesa, como una fusión con una inmobiliaria competidora europea,

http://www.expansion.com/edicion/exp/empresas/inmobiliario/es/desarrollo/1088672.html
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