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La 'ruta de la corrupción'

A pie o en coche de caballos, muchos visitan las propiedades de los encarcelados

Ni golf ni playas de ensueño. Dé que hablar a los amigos a la vuelta de las vacaciones. Cámara de fotos en una mano y mapa en la otra. A pie, en coche o a caballo. Vaya a Marbella y hágala. Es ya parte del negocio. Sea un turista auténtico y siga los pasos de los verdaderos protagonistas de la historia. Tome la 'ruta de la corrupción'.

Punto de partida. Ayuntamiento marbellí. Plaza de los Naranjos, en el casco antiguo de la ciudad. Allí donde el difunto Jesús Gil obtuvo el bastón de mando de la Alcaldía en junio de 1991; Julián Muñoz, en 2002; y la rociera Marisol Yagüe, desde 2003 hasta hace tres meses. La fotografía con el Patio de los Naranjos de fondo no se lleva. Indague puertas adentro. En la primera planta está el despacho que ocuparon los tres. Intervención, Tesorería y salón de Plenos, en la segunda. Un piso más arriba, una coqueta cafetería. Estos días el Consistorio abre a las ocho y cierra entre las diez y las doce de la noche, cuando los vocales de la gestora que trata de reconducir a Marbella terminan sus reuniones. Allí dentro se cobra el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que reportó a las arcas municipales 58 millones de euros en 2005. A la salida, también estos días, se han manifestado los empleados de la limpieza de las calles, porque no había medios con que trabajar.

Abandone las calles marineras y tome la Avenida Ricardo Soriano. Es una de las principales, y lleva el nombre del emprendedor que descubrió el potencial de Marbella; un hombre que tenía entre sus hobbies coleccionar vello púbico de mujeres. Contemple la avenida y cuente, con los dedos de cuatro manos, las oficinas inmobiliarias que hay. Sume joyerías, clínicas de estética, boutiques de lujo. Prosiga hasta el final de la calle, justo antes de llegar a la Plaza de Rodrigo Bocanegra, obispo que gustaba de convencer a sus feligresas de que lucir biquini no era pecado.

Deténgase aquí. Y renueve el carrete. Número 72. Edificio donde Gil tenía su Club Financiero, la sede de su emporio empresarial. A pocos pasos del trabajo, 'Villa Ángeles', su casa. En la acera de enfrente, el edificio de la Delegación de Urbanismo y la empresa municipal Planeamientos 2000, de la que Juan Antonio Roca era algo más que asesor. ¿La foto? Sin duda, junto al cartel del Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, que entiende del caso. Ahora mire en diagonal. A cien metros, esquina con Estebánez Calderón, se alza una mole de apartamentos de lujo. Del número 6 del bloque 'Poseidón' salió esposado Juan Antonio Roca.

Ladera arriba, al otro lado de la A-7, encontrará el 'chalecito' de Marisol Yagüe, frente a la urbanización 'Xarblanca', donde se han precintado varios apartamentos. Hay 30.000 viviendas dudosas. Allá usted si quiere verlas todas.
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