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Un divorciado ovetense, eximido de pagar toda la hipoteca del piso a su ex

El juez considera probado que la mujer convive ahora con otro compañero sentimental y tiene trabajo

Un juez ha eximido a un divorciado ovetense, que responde a las iniciales de A. M., de la obligación de pagar la totalidad de la hipoteca de la vivienda que compró con su esposa durante su matrimonio, disuelto hace seis años. Y es que el juez considera probado que la ex mujer tiene ahora otra relación estable y su nueva pareja comparte el domicilio con ella y con los dos hijos de su matrimonio. A. M. ya sólo paga la mitad del crédito hipotecario tras demostrar que su ex esposa y su actual compañero sentimental tienen recursos económicos para sufragar el resto.

En una sentencia que a A. M. le resulta familiar por las coincidencias que existen con su caso, la Audiencia Provincial de Almería acaba de ordenar la venta de un piso que compró una pareja andaluza que se encuentra divorciada, al considerar «inadmisible por absurdo» que pueda beneficiarse del uso de la vivienda un tercero ajeno al matrimonio. La mujer había rehecho su vida con un nuevo compañero, quien se trasladó a la casa. El tribunal ha considerado «lógico» y «oportuno» que si la mujer desea fundar con una tercera persona una familia o unirse establemente a ella, «forme nuevo hogar renunciando al privilegio del que, en atención a su anterior situación, venía disfrutando».

En otro fallo judicial de gran trascendencia social, la Audiencia Provincial de Barcelona ha retirado esta misma semana la pensión alimenticia a una mujer separada porque tiene una nueva relación sentimental estable, aunque no conviven en el mismo domicilio. Esta es la primera vez que un tribunal español equipara el concepto de matrimonio con el de pareja estable, aunque sus miembros no vivan juntos.
Detective privado
«Como estos casos los hay a patadas, porque se cometen muchas injusticias y la ley suele dejar desamparados casi siempre a los padres», denuncia A. M. Este funcionario asegura haber realizado un descenso a los infiernos desde que se divorció de su esposa, que se quedó con la vivienda familiar y la guarda y custodia de sus hijos: «El divorcio pasa factura física y psicológica, al margen de que económicamente no levantas cabeza. Pasé de vivir en un piso de 100 metros cuadrados a hacerlo en un apartamento de 40 metros y dejando más de la mitad de mi salario para cubrir el cien por cien de la hipoteca del piso y la pensión alimentaria de mis hijos y de mi ex mujer».

Sostiene que se vio obligado a contratar a un detective privado para demostrar que su ex había encontrado un trabajo estable y estaba viviendo con otro hombre y con la hija de éste, además de con los hijos de su matrimonio.

Las pesquisas del detective dieron frutos porque A. M. ya no tiene que pagar la pensión alimenticia de su ex mujer: «Es que no sólo tiene trabajo sino también patrimonio familiar y cuenta con el apoyo económico de su nueva pareja». A pesar de las últimas demandas judiciales a favor de A. M., la guarda y custodia de sus hijos sigue en manos de ella: «Sólo puedo ver a mis hijos cuatro horas a la semana y un fin de semana de cada dos; lo que llevo peor de todo este proceso es la separación de mis hijos; es difícil imaginar lo duro que es».

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1643&pIdSeccion=46&pIdNoticia=522648